CUIDADOS DE LA PIEL EN VERANO

Hay cremas y cremas, pero solo algunas te funcionan, eso depende de tu piel.
Aquí tenemos algunos ejemplos de tipos de piel y algunas cremas recomendadas:

PIEL NORMAL:
Si tu piel es normal, y no necesitas darle ningún cuidado específico, además de la protección solar, lo mejor es optar por productos ligeros, que no blanqueen la piel, y poner especial atención en las zonas sensibles, como los labios, cicatrices o tatuajes. 













PIELES SENSIBLES:
Las pieles sensibles son quizás las que más reticencia tienen a exponerse a los rayos del sol, ya que son las que más sufren sus consecuencias negativas. Sin embargo, con la protección solar adecuada, estas pieles también podrán disfrutar de los beneficios del astro rey y de un agradable día de sol al aire libre.

PIELES CON TENDENCIA AL ACNÉ:
Los adolescentes y las personas con tendencia al acné pueden sufrir problemas de brillos y exceso de sebo en la piel al aplicarse la crema solar, a pesar de que sea de textura ligera o fluida. ¿La solución? Un protector solar matificante y seborregulador, que nos ayude a mantener a raya granitos y problemas derivados del acné.













ESPECIAL NIÑOS:
La piel de los más pequeños de la casa merece una atención especial en la exposición al sol, ya que su piel aún está desarrollándose y es más sensible a las radiaciones. ¿Sabías que los daños solares producidos en la infancia duplican el riesgo de sufrir un melanoma en la edad adulta? Por esto es tan importante elegir un producto de protección muy alta, de larga duración y que se extienda fácilmente.

SOLARES ANTIMANCHAS:
Para las que las manchas solares sean vuestra principal preocupación, sin duda el producto estrella de vuestra bolsa de playa será una crema solar de protección alta o muy alta, y que regule la producción excesiva de melanina, causa principal de la aparición de manchas o hiper-pigmentación.

SOLARES ANTIEDAD:
Si tu principal preocupación es elegir una crema solar que te ayude a combatir el envejecimiento prematuro de la piel, lo que necesitas es un producto con una protección muy alta (SPF 50+) y rico en antioxidantes y, si además nos ayudamos de la nutricosmética, mejor que mejor.